¿Qué es?
Es un tratamiento que trabaja con campos magnéticos generados por imanes de cargas opuestas que interactúan entre sí. Cuando estos imanes se colocan en varias partes del cuerpo, lo atraviesan llegando en profundidad a los huesos y órganos. Se trata, por tanto, de una terapia indolora y de sencilla aplicación, que muchas veces ni si quiera necesita estar en contacto con el cuerpo del paciente.
¿Para qué se usa? La aplican para lesiones óseas y musculares, para la artritis, problemas en las articulaciones, migrañas o incluso el dolor crónico.
Los principales efectos son: Relajante muscular: tiene un efecto antiespasmódico que se usa para eliminar contracturas sobre todo en lesiones de cualquier parte del cuerpo: tobillo, espalda, pierna, codo…
Mejora de la circulación y vasodilatación: mejora la circulación permitiendo una mayor oxigenación de los tejidos, regeneración celular y una reducción de la presión sanguínea
Efecto antinflamatorio y analgésico: la magnetoterapia mejora la circulación por lo que permite que la inflamación baje, disminuyendo así el dolor.
Estimulación del colágeno y el calcio: los campos magnéticos estimulan la producción de colágeno y calcio por lo que contribuyen a regenerar los tejidos de la zona dañada.